CARTOGRAFIAS DE LA EXISTENCIA FEMENINA

By JANET BATET | EL NUEVO HERALD

March 9, 2014

El cuerpo femenino ha sido una suerte de continente oscuro desde tiempos inmemorables. Historicamente vista coo territorio habitable y perfida dicotomia que encierra un tiempo al cuerpo pecaminoso y la via entre Dios y el mundo terrenal, la mujer ha sido sistematicamente definida desde la orilla masculina. Esa misma orilla que se espanta ante los fluidos femeninos.

Desde el comienzo de su carrera, Marina Font ha estado interesada en la exploracion de problematicas de genero e identidad, asumidas estas desde el cuerpo femenino y en tanto expresion de ciclo, capacidad y regeneracion. Font nacio en Cordoba, Argentina, en 1970, donde la impronta del psicoanalisis es fundamental. Inspirada en la nocion freudiana de la mujer como “continente oscuro”, la muestra ahora expuesta en Dina Mitrani Gallery en el Wynwood District, constituye un sugestivo acercamiento al “segundo genero”.

“Dark Continents” (continentes oscuros) incluye fotografias intervenidas de pequeño y mediano formato asi como instalaciones que exploran, desde una perspectiva poetico-cientifica, la condicion femenina en medio de la siciedad patriarcal que todavia hoy habitamos.

Impresas en algodon y bordadas en hilos e hilazas, las fotografias de Font, montadas sobre madera constituyen cartografias de la existencia femenina. Todas, invariablemente sin titulo, reflejan la existencia en tanto aporia. La persistencia del hilo en tanto trazo, huella indeleble-extension y trampa- pareciera acentuar ese arquetipo arto traido y llevado de las parcas: esas apacibles hilanderas, entregadas a la aposada faena de entretejer la lana con finos hilos, marcando en cada puntada el destino del humano.

En ese sentido, Untitled (Inheritance), 2011, parece reafirmar la presencia de esta metafora como hilo subrepticio que alimenta la muestra. Concebido como triptico, (las parcas eran tres, cada una encargada de un momento de la vida: nacimiento, desarrollo y muerte), la verticalidad del mismo acentua la idea del destino. El ultimo recuadro, en el que yace una cubeta de acero galvanizado que, como agujero negro, se traga la existencia, sirve a su vez de puente con otra obra reveladora. Me refiero a Untitled (Umbilical), 2013, en la que la idea de lo azaroso y lo fragmentario son fundamentales. En esta pieza, pareciera que nos asomamos a otro de los mitos femeninos: el hilo de Ariadna, sumun de la guia en medio de empresas dificiles y desconocidas.

La imagen de las parcas (Moipara la antiguedad griega o Fates para la cultura anglosajona) en la propuesta de Font implica un doble juego. De un lado, es la alucion a la figura retorica de la mujer en tanto ser escabroso _cuando menos inquietante- del que fijarse. Del otro es la imagen presa de si misma, atrapada en una red de circunstancias preceptos que le impiden trazar su propio destino.

La serie de fotografias intervenidas en las que invariablemente el cuerpo desnudo de la mujer aparece dispuesto en actitud de objeto de estudio contra el fondo negro, resulta vital en este sentido. El ejemple del hilo que como hiedra se trepa por las fotografias, en un primer momento, va develando, puntual, la anatomia femenina (senos, vientre) y su asociacion con iconos del intelecto y la afeccion ( cerebro, corazon). Sin embargo, pronto deviene maraña, red, obstaculo en el que la figura, cada vez menos visible, yace atrapada. No es casual el empleo del hilo. Historicamente asociada a labores del hogar y las artes menores, la mujer ha sido reducida durante siglos al rol paciente de madre y esposa fiel. Recordemos en este sentido la imagen inolvidable de Penelope, haciendo y desaciendo los puntos del sudario para evadir pretendientes.

Con un sopesado manejo de recursos, en el que la fotografia en blanco y negro es intervenida por el bordado en blanco y rojo fundamentalmente, Font nos adentra en ese universo de la psique femenina haciendonos conscientes de arquetipos historicos reduccionistas. A medida que avanzamos en el fino entramado de la muestra, el cuerpo progresivamente deja de ser espacio fisico para convertirse en flujo, ciclo y por ende, fuerza cabiante y renovadora.

Tras la serie ahora expuesta, hay una denuncia acerca de los preceptos de la heteronormatividad y poder que rigen la sociedad contemporanea, erigiendose entonces, el continente femenino, mas que en arquetipo de genero, en arquetipo de la especie humana.